Este fin de semana ha conocido que el productor Scooter Braun, que fue su mánager y al que acusa de haberla acosado , ha comprado los derechos de su catálogo musical por 300 millones de dólares (unos 265 millones de euros). Unos derechos con los que, además, ella lleva años tratando de hacerse.
A través de su empresa SB, Braun gestiona las carreras de Bieber, pero también de Ariana Grande, David Guetta, Hilary Duff, Usher o Black Eyed Peas.
Ahora, Taylor Swift está en otra compañía: "Dejo mi pasado en manos de Scott, pero no mi futuro". La artista confía en que todo esto pueda servir a "jóvenes artistas con sueños musicales a aprender a protegerse en las negociaciones": "Os merecéis poseer el arte que producís".
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